(traducción Hervé Chavagnon) blueEnergy es internacional por esencia. Desde el inicio, nuestras acciones se han apoyado sobre la participación de personas de todas partes del mundo para venir a trabajar sobre un objetivo común de proporcionar el acceso a servicios básicos como la energía en comunidades marginalizadas. En este sentido, blueEnergy ha servido de canalizador para llevar el talento y tiempo de internacionales donde hacía falta, enfrente de la amplitud de los terribles desafíos de estas comunidades aisladas.
Con el tiempo hemos empezado a darnos cuenta de que más allá de la “linda” experiencia, los voluntarios internacionales que venían a trabajar con blueEnergy salían transformados por su experiencia sobre el terreno. Pasar tiempo en la vida de otros y ponerse en su lugar para entenderles les abría una nueva perspectiva y extendía su empatía hacia los demás. Además, al vivir más cerca de los recursos que consumían, como por ejemplo el agua, la energía y los alimentos, se volvían más atentos a su consumo.
Y mientras mirábamos crecer nuestra red de los que fueron voluntarios internacionales en blueEnergy, hemos notado que ellos ahora empezaban a entrar en programas de post-grado prestigiosos, a asumir empleos en empresas líderes en energías renovables o en grandes agencias de desarrollo internacionales, y hasta empezaban a desarrollar su propia organización sin fin de lucro en el sector social. Seguían adelante después de blueEnergy y evolucionaban hasta ocupar puestos importantes. Hasta el punto que con su nueva filosofía personal y trabajo en harmonía con la misión de blueEnergy, su impacto como antiguo voluntario abría una nueva dimensión en el impacto de blueEnergy. Nos hemos dado cuenta entonces de que estábamos participando en la construcción del movimiento, un aspecto fundamental en cualquiera estrategia para tratar la escala de los desafíos.
Hemos también observado que este efecto no se limitaba a nuestros voluntarios y al personal internacional, sino que también se extendía al personal nacional (Nicaragüense). Los internacionales y nacionales trabajan juntos en un mismo equipo para proporcionar el acceso a servicios básicos en comunidades marginalizadas, y por eso el aprendizaje y aumento de la empatía hacia los demás ocurre en ambos sentidos. Al mismo tiempo que los internacionales viven una experiencia que les va transformando, el personal nacional aprende nuevas tecnologías de comunicación, y mejoran sus capacidades para manejar complejidad mientras aumentan su comprensión de los asuntos transversales e internacionales.
El modelo integral de desarrollo comunitario que emplea blueEnergy sobre el terreno es orientado de tal manera a crear oportunidades de desarrollo económico en comunidades altamente marginalizadas, siempre en acuerdo con su cultura y el medio ambiente. Es un compromiso a largo plazo que procura crear estabilidad en la sociedad a través de la reducción de la brecha entre pobreza y oportunidades. Fomentamos el desarrollo de estas oportunidades de una manera sostenible para el medio ambiente, con el uso de energías renovables, para que más en adelante, cuando estas comunidades aumenten su riqueza material, lo hagan de una manera que perjudique menos al planeta que el actual modelo en el Norte.
Sin embargo, la realidad es que es la gente rica del Norte quién tiene el mayor impacto negativo sobre el medio ambiente. El planeta no está en peligro por los pobres y el exceso de carbón expulsado por sus viejos vehículos. Esta contaminación es insignificante en comparación con el consumo de recursos per cápita de los países ricos del Norte y sus efectos sobre el medio ambiente.
Para alcanzar una verdadera sostenibilidad desde una perspectiva humana y también ecológica, debemos construir equidad para los pobres, pero también debemos construir una cultura de la riqueza que sea sostenible. Debemos crear sistemas de valores alternativos que redefinan lo que significa riqueza, para que cuando los pobres de hoy construyan suficiente equidad y lleguen a tener riqueza, el planeta pueda sostenerlos a ellos y a nosotros.
Por esta razón, hacer evolucionar las mentalidades en el norte es la manera más eficiente de alcanzar un cambio ecológico en el corto y en el mediano plazo. Pero esta evolución requiere un tremendo aumento de la empatía y cambios fundamentales en nuestros modelos de crecimiento, y los que pasaron por blueEnergy están en buena posición para jugar un papel de liderazgo en este sentido.
Un importante desafío a la hora de alcanzar la sostenibilidad es que nosotros humanos requerimos crecimiento para prosperar. Nuestro sentido de la felicidad está estrechamente vinculado con la percepción de un cambio en una dirección que juzgamos positiva y que se encuentra mucho más allá de nuestra situación actual. Porque la satisfacción del avance de ayer hoy ya se desvanece. Eso fomenta y guía nuestra necesidad continua de crecimiento. En el Oeste y en el Norte, el crecimiento ha sido a menudo definido como el crecimiento de la riqueza material. A esto a veces se le denomina crecimiento exterior. En algunas tradiciones orientales, el crecimiento puede tomar la forma de un crecimiento espiritual y de conciencia. A eso se le denomina crecimiento interior.
Cuando no se cumplen las necesidades básicas, la forma de crecimiento prioritaria es generalmente del tipo material – una mejor alimentación, un mejor hogar, mejor ropa. Incluso cuando se cumplen las necesidades básicas, sigue existiendo el deseo para la acumulación de más riqueza material, para una mejor salud, una mejor educación, etc. Pero llega un momento donde la acumulación de más cosas sólo proporciona una felicidad efímera con menos sentido; pasado este “punto de inflexión en la riqueza material”, el deseo de crecimiento interior comienza a predominar naturalmente.
Mientras nosotros humanos empujamos hacia los límites ecológicos del planeta y nos expandimos en número de personas, nos encontramos forzados a interactuar más y en situaciones más complejas. Fomentar el entendimiento entre personas provenientes de mundos y culturas muy diferentes para crear crecimiento para todos sin destruir la biosfera ni incitar conflictos armados para los recursos es el nuevo desafío. Y para conseguirlo, debemos mover el “punto de inflexión de la riqueza material” hacia otro que sea ecológicamente sostenible, aún proporcionando una alta calidad de vida.
Eso es un desafío global que requiere nuevas capacidades para nuestros líderes internacionales – capacidades basadas en la empatía, la conciencia de los recursos y su consumo, y una nueva visión de la riqueza en la cual el crecimiento interior destaqué mucho más que en el modelo de actual.
Entonces, más que un canalizador para llevar talento internacional a comunidades aisladas, blueEnergy actúa como un puente de doble sentido, donde los internacionales prestan sus talentos a comunidades aisladas y regresan transformados, y donde los nacionales ayudan a abrir la perspectiva de los internacionales, a cambio de que aumentan su propia capacidad para entender y participar en asuntos transversales y globales que les afectan. En este sentido, una de las áreas de impacto más significantes de blueEnergy está en el fortalecimiento del liderazgo internacional para el mundo de mañana.
Como nota personal, quiero decir que no me sitúo afuera del “rico Norte”. Me encuentro dentro del grupo de personas que deben cambiar sus hábitos de consumo, que deben evolucionar hacia una cultura de vida más sostenible. Pienso en eso cada día y trabajo en esta dirección, buscando maneras de reducir mi impacto en la Tierra sin abandonar mi calidad de vida ni la “habilidad para contribuir de maneras que tienen sentido”. A veces es fácil. Pero a veces no lo es y requiere un cambio en el sistema de los valores. Pero seguir este camino es lo que significa ser un miembro del equipo de blueEnergy.
Este artículo fue escrito con una contribución significativa de Guillaume Craig.
No comments:
Post a Comment